PERSIGUIENDO UN SUEÑO






Imagen tomada del internet

Quiero hacer un comentario de la película inspirada en una historia real, dirigida y escrita por John Gatins: PERSIGUIENDO UN SUEÑO - DREAMER, ya que su mensaje penetró en las entrañas de mi corazón.




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Personalmente de este filme destaco: La fe, la perseverancia, la humildad, la dignidad, el amor y la justicia; pero de las cinco virtudes, la que más prevalece es la FE.


FE. Se centra en la niña Cale Craner, quien les da una lección de fe a todas las personas que, en diferente forma se vincularon con ella, especialmente a su padre Ben Crane, quien fue entrenador de caballos de carreras como empleado del austero y villano Palmer, a quien también se le hizo extensible la lección de fe y de justicia. La última persona que cobró ánimo con la fe de la cautivante Cale y quien, al mismo tiempo se benefició de la misma, fue el príncipe Sadir.


PERSEVERANCIA. Empieza a surgir desde el mismo momento en que la yegua de pura sangre “Soñadora”, en la que se centra la película, se parte una pata al correr contra su voluntad (El padre de Soñadora se llamaba “Soñador”. En el año 96 ganó la copa del mundo en Dubai, más de seis derbis y tres millones de dólares). Desde el primer instante Ben, su entrenador, fue muy explícito informándole previamente a Palmer -dueño y empresario hípico de Soñadora y jefe de Ben- “que la yegua no quería correr, que estaba muy inquieta, que a pesar de la aprobación del veterinario para que el animal corriera no debía hacerlo, porque él sabía muy bien cuando Soñadora no quería correr”. Palmer, con una actitud de prepotencia y obstinación, no quiso atender los consejos de Ben; y al terminar de hablar con él, se dirigió a la yegua, al tiempo que palmoteaba, le gritó con tono de voz tirana “que debía ganar”. De inmediato el animal relinchó como rechazando la actitud avasalladora y cruel de Palmer.



Al producirse el accidente en el hipódromo -tanto de Soñadora como el del yóquey- Palmer despidió y humilló a Ben y sus asistentes en presencia de su hija Cale, e impartió la orden para que sacrificaran a la yegua; pero el predominio de la fe absoluta en Cale influenciando a su padre, fue tan colosal y apasionante que Soñadora venció todos los obstáculos para llegar a la celebridad hípica, a pesar de haber sido despreciada y vituperada como una “yegua inútil, de poca monta y nada productiva", ya que su matriz tampoco era fértil.

 

 

HUMILDAD: Pese a la carencia de respeto y humanitarismo de Palmer, sus empleados fueron modestos, incluyendo a quien fue el yóquey del triunfo de Soñadora después del accidente.



Quien mostró también una actitud de humildad fue el padre de Ben, aún con el desagradecimiento y falta de perdón del hijo hacía su padre, pero que siempre procuraba el bienestar de Ben. Lily, la esposa de Ben y madre de Cale, también proyectó esta virtud, especialmente hacía su esposo, quien mostraba mucha frialdad.

 

DIGNIDAD: Aunque la situación financiera de Ben y su familia era bastante difícil, no permitieron soborno alguno por parte de Palmer, ni tampoco consiguieron el patrocinio a través de un medio indebido.

 

AMOR: El amor que más se vio reflejado en este filme, fue de Cale hacía Soñadora. Cada vez que ella escuchaba expresiones negativas hacia el animal, lo abrazaba y al mismo tiempo lo consentía diciéndole con propiedad y ternura:



“Soña, te amo mucho, correrás y le agradecerás a papá el que te haya salvado la vida. ¡Soña! te amo, eres una gran campeona. Cuando corres el piso se mueve, el cielo se abre para que entren los demás caballos. Recorres el camino de la victoria. Me encuentras en el círculo de ganadores y te pongo flores en tu espalda”



Ben, dudó mucho de la fe de su hija, lo contrario de Lily, quien siempre confió en ella e incentivaba a su esposo para que hiciera lo mismo. Ben, demostró físicamente el amor a su hija al quebrantarse con una composición literaria que Cale, escribió para presentarla en el colegio. Trataba de un “Rey, su Castillo y su Caballo Mágico”.



El abuelo creyó siempre en la fe de su nieta, aún contra la voluntad de Ben, porque la amaba demasiado.



JUSTICIA. Las lecciones fueron absolutamente aprendidas. Cada quien recibió lo que le correspondió, de acuerdo a cada pensamiento, sentimiento y comportamiento.


Además de las anteriores apreciaciones de la película “Persiguiendo un Sueño – Dreamer “, quiero afirmar una vez más, que las palabras tienen dominio en el espacio, especialmente cuando se entierran en las entrañas, sin importar sin son negativas o positivas. Cale le reiteraba a su padre vez tras vez, que la yegua necesitaba escuchar de labios de él “Que Soña Triunfará”, “que lo repitiera y lo sintiera”.

 


DESTACO: Ben, contaba con un don muy especial y es que, tenía gran habilidad de conocer completamente el idioma silencioso de los caballos.



COMENTARIOS FINALES: Además de la fuerza de las palabras, también debe tenerse presente que Cale siempre habló con autoridad y certeza, ella expresaba cada sílaba como si ya todo se hubiera realizado. Aún siendo una niña hablaba con total propiedad, nunca se amilanó ante la presencia de los pequeños dioses, tenía plenamente identificado su amor propio y su grandeza interior. 


Haciendo alusión a la composición literaria que hizo para el colegio se envolvió con sus mismas palabras escritas, porque tratándose la historia de un "Rey, su Castillo y su Caballo Mágico". Finalmente fue respetada y tratada como a la HIJA DE UN VERDADERO REY. 

Rita Daisy Moyano Chaves (Vanina)

 

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